viernes, 6 de septiembre de 2019

UNIFORMES DE SOLDADOS 
DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

EL SOLDADO ALEMÁN (REICHSHEER)

El Ejército Imperial Alemán (en alemán: Deutsches Heer) era el nombre dado a las fuerzas combinadas del Imperio alemán, conocidas igualmente como Ejército Imperial (Reichsheer) o Ejército Alemán. El ejército alemán imperial fue formado cuando se creó el Imperio alemán en 1871 y duró hasta 1919 con la derrota del ejército alemán en la I Guerra Mundial. El ejército alemán en la Primera Guerra Mundial era el más eficiente, mejor entrenado, mejor equipado y el que contaba con el más apto cuerpo de oficiales, al menos en 1914. Su estructura estaba fundamentada en el servicio militar obligatorio y en el énfasis que sus líderes ponían en el entrenamiento.
Alemania era una sociedad militarista desde hacía al menos dos siglos, un país que se consideraba fundado por la espada y que dependía de la espada para sobrevivir. Prusia formó una nueva confederación, la Federación Alemana del Norte, que incluía los Estados del norte de Alemania. Poco después de estallar la guerra franco-prusiana en 1870, la Federación Alemana del Norte también estableció convenios para los asuntos militares con Estados no miembros de la confederación: Baviera, Wurtemberg y Baden. A través de estos convenios y la constitución del Imperio alemán de 1871, se creó un ejército imperial (Reichsheer). Los contingentes de los reinos de Baviera, Sajonia y Wurtemberg se mantuvieron semiautónomos, mientras que el ejército prusiano tenía casi el control total de los ejércitos de los demás Estados del Imperio. La constitución del Imperio alemán, de fecha 16 de abril de 1871, cambió las referencias en la Constitución de Alemania del Norte y el Ejército Federal, que pasó a llamarse ejército imperial (Reichsheer) o Ejército alemán (Deutsches Heer). Después de 1871, sin embargo, los ejércitos de los cuatro reinos no se fusionaron en tiempo de paz. Las expresiones «Ejército alemán» y «Ejército Imperial» se usaron en diversos documentos jurídicos, como el Código Penal Militar,​ pero por lo demás los ejércitos de Prusia, Baviera, Sajonia y Wurtemberg mantuvieron sus respectivas identidades. El comandante del Ejército Imperial Alemán, menos del contingente de Baviera, fue el Kaiser. Fue asistido por un Gabinete Militar Imperial alemán y ejerce el control a través del Ministerio de Guerra de Prusia y del Estado Mayor General.
En vísperas de la guerra, se consideraba al ejército alemán como el mejor. Disponía de una reserva activa hasta los 45 años, y en caso de movilización general podía pasar de 745.000 a 2.292.000 hombres en pocos días. Estos podían desplegarse en las fronteras rápidamente gracias a su eficiente sistema ferroviario. Su equipo era bueno y adaptado a los tiempos. El fusil reglamentario, el Mauser Gewehr 98, era eficaz, y su uniforme gris-verde confería cierto nivel de camuflaje. Solo el Pickelhaube, el casco de cuero endurecido coronado por un pincho, resultaba anacrónico y protegía poco, aunque más que las gorras de sus oponentes.
En 1914, Alemania tenía una población de 67 millones, mientras que Inglaterra, incluida Irlanda, apenas llegaba a los 45 y Francia ni siquiera a los 40 millones. Al inicio de la guerr, Alemania contaba con un ejército permanente de 840.000 soldados más 1.3 millones en la reserva (en edades de 23 a 27 años) y una segunda reserva de “territoriales”, con 1.7 millones de hombres (edades 28 a 38 años). En 1914, Alemania también contaba con las mejores armas, aunque cabe decir que dicha ventaja probablemente se debía a que era el único país que llevaba décadas preparándose para una guerra ofensiva, y que una vez iniciadas las hostilidades, todos los recursos se destinaron al mantenimiento de los ejércitos y poco o casi nada al desarrollo de nuevas armas.
El pickelhaube (en plural: pickelhauben, del alemán Pickel, pincho y Haube, gorro, casco y en general prenda que cubre la cabeza) fue un casco prusiano creado en el siglo XIX para el ejército, los bomberos y la policía. Su célebre pincho es puramente decorativo. El pickelhaube clásico estaba hecho de cuero con un acabado brillante, con adornos metálicos dorados o plateados. Durante la Primera Guerra Mundial no cumplía los requisitos de protección del soldado en una guerra de trincheras. Al principio del conflicto, los alemanes recubrieron los pickelhauben con forros de tela que los hacían menos brillantes y reducían su visibilidad. Sin embargo, el problema más grave era la escasa protección ofrecida por el cuero o el fieltro a las balas y la metralla. Otro de los defectos de diseño era que el pincho sobresalía en la trinchera, convirtiéndose en un indicador fiable para los francotiradores. El Stahlhelm (en alemán, «casco de acero»; Stahlhelme en plural) fue un casco de combate de acero introducido por el Ejército Imperial Alemán en 1916 durante la Primera Guerra Mundial para reemplazar al tradicional Pickelhaube de cuero endurecido, que no ofrecía una protección adecuada en la guerra de trincheras. El Stahlhelm, con su característica forma de cubo de carbón, fue un icono rápidamente reconocible para ilustraciones militares y se volvió un elemento común de la propaganda militar de ambos bandos, tal como el pickelhaube lo fue antes.
El uniforme que puso Alemania a sus soldados fue más discreto que el francés, aunque también tenía rasgos característicos y no era color militar del todo.  Este uniforme de color gris se mantuvo hasta el año 1915.  El soldado esta armado con un fusil Mauser 1898 y lleva el famoso casco prusiano Pickelhaube de cuero. En 1916, en el ejército alemán se entrega el nuevo uniforme color “sucio” que se adapta bastante bien al concepto de camuflaje.  A partir de ahora también se adaptaría el casco metálico M16 dando protección a la cabeza de posibles pedazos de escombros que salgan disparados tras una explosión. Para la Primera Guerra Mundial el color feldgrau era un gris-verde claro, aunque no hay color específico, más bien una gama de colores de grises a marrones en lo que era uno de los primeros uniformes estandarizados adecuados para la época de la pólvora sin humo. Feldgrau o gris de campaña ha sido el color gris básico oficial de uniforme militar de las fuerzas armadas alemanas desde principios del siglo XX hasta 1945 o 1989, respectivamente. Sin embargo, de acuerdo con el código de color, no había una definición científica exacta, por lo que eran posibles tinturas grises ligeramente diferentes. En 1910 se dispuso por decreto en Prusia el denominado "uniforme gris de paz" ("feldgraue Friedensuniform"), con puños, revestimientos de color, correas de hombro y cuello, seguido por por el resto de ejércitos alemanes, el último de los cuales fue el ejército bávaro en abril de 1916. Anteriormente, los alemanes llevaban una tono azul prusiano similar a la del ejército francés. Simultáneamente, se caracterizó por el final de una variedad de uniformes de diferentes colores en los estados alemanes. Con ese nuevo y único "uniforme gris de paz" el Ejército alemán Imperial (Deutsches Heer) comenzó las campañas militares en la Primera Guerra Mundial.


EL SOLDADO FRANCÉS (ARMÉE)

El Ejército de Tierra francés (en francés: Armée de terre) es uno de los cuatro componentes de las Fuerzas Armadas de Francia. La Primera Guerra Mundial es un acontecimiento histórico que está más presente en Francia que en cualquier otro país, quizá porque el Hexágono fue el escenario principal del conflicto y no hay aquí un pueblo o una ciudad –sobre todo en el norte y el este– que no tenga un monumento a los reclutas (llamados 'poilus') caídos por la patria.
Poilu es un término del argot militar utilizado para referirse a la infantería francesa de la Primera Guerra Mundial que significa, literalmente, peludo. El trasfondo de la expresión se remonta al mundo rural agrícola del que procedían la mayor parte de los soldados, donde las barbas y los bigotes eran comunes. La imagen del soldado barbudo francés obstinado fue ampliamente utilizada como propaganda y en monumentos de guerra.
El Frente Occidental de la Primera Guerra Mundial se abrió en 1914 después de que el ejército del Imperio Alemán invadiera Bélgica y Luxemburgo, por lo que consiguió el control militar de importantes zonas industriales de Francia. El avance del Imperio sufrió un giro dramático luego de la primera batalla del Marne, donde venció la alianza entre Francia y el Reino Unido. Ambos bandos —Aliados y Potencias Centrales— se instalaron en una línea sinuosa de trincheras fortificadas, que se extendían desde el Mar del Norte hasta la frontera de Suiza con Francia. Francia podía movilizar una fuerza de parecidas dimensiones a los alemanes, pero su equipamiento era inferior. El infante vestía, como sus abuelos, uniforme azul oscuro con pantalones rojos, diana perfecta para los tiradores enemigos.
El Alto Estado Mayor francés había quedado desfasado. En tácticas no estaba en absoluto a la orden del día, y faltaba adiestramiento. Según sus generales, la mejor arma era el espíritu ofensivo de sus hombres, que, bien dirigidos, podrían superar cualquier obstáculo. Confiaban en la ofensiva de los cinco millones de soldados del ejército ruso. Sin embargo, la lenta movilización de este forzó a los franceses a disputar el primer envite. El plan ofensivo de Francia, el XVII, estaba elaborado por el general Ferdinand Foch. No tenía en cuenta la eventual invasión germana a través de Bélgica, de modo que preveía un ataque frontal en dirección a Alsacia y Lorena.
A lo largo de gran parte de la historia de Francia, los extranjeros han sido habituales a la hora de combatir al lado de los ejércitos franceses en su casa y en el extranjero. Algunos combatían por dinero, otros por la nacionalidad y muchos eran reclutados en las colonias y lanzados al combate para luchar por los intereses de un país que no habían visto nunca. Durante la Primera Guerra Mundial, a medida que aumentaban las bajas, el alto mando francés lanzó una importante campaña de reclutamiento en las colonias africanas de la república para reunir tirailleurs que lucharan en Europa. La mayoría de las tropas coloniales francesas que murieron en la Primera Guerra Mundial eran musulmanas.
En 1914, cuando Francia pone rumbo hacia el mayor conflicto vivido hasta el momento, envía a sus soldados vestidos de azul y rojo para ensalzar el nacionalismo de sus soldados. Esta decisión fatal del gobierno francés hizo que el ejército tuviera miles de bajas en los primeros meses por su camuflaje nulo. El soldado va armado con un fusil Lebel de 1886. Un informe erróneo que aseguraba que la 29ª División había tenido éxito en Beaumont-Hamel provocó que se ordenara marchar en su apoyo a la brigada de reserva, que en este caso era el I Regimiento de Terranova. Éste fue incapaz de alcanzar la primera línea de trincheras, por lo que avanzó desde la trinchera de reserva y fue destrozado con suma facilidad antes de que cruzara la línea de frente.
En 1915 se implanta el nuevo color del ejército francés, el azul. Este famoso uniforme fue el que más utilizo este país en la Gran Guerra. El soldado es menos vistoso pues es un azul grisáceo claro. El arma que lleva es una ametralladora ligera “Chauchat M15” según algunos historiadores es la “peor arma de la historia”. Lleva el famoso casco metálico Adrian M15.
Su arma básica, el fusil Lebel 1886/96, era más larga y menos certera que sus homólogas, y la bayoneta solía romperse en la penetración. Por el contrario, el cañón de campaña de 75 mm era superior a su rival germano de 77 m, que, en campo, iba acompañado de otros de más calibre y alcance.

EL SOLDADO BRITANICO (BRITISH ARMY)

El Ejército Británico durante la Primera Guerra Mundial luchó la guerra más larga y costosa en su larga historia. A diferencia de los ejércitos de Francia y Alemania, sus grupos estaban formados exclusivamente por voluntarios - en comparación con el servicio militar obligatorio- al principio del conflicto. Además, el Ejército Británico era considerablemente más pequeño que sus contrapartes Francesa y Alemana. La organización del Ejército Británico en la Primera Guerra Mundial se debía las demandas de la expansión imperial. La estructura era el sistema voluntario de reclutamiento y el sistema de régimen, el cual había sido definido por las reformas de Cardwell y de Childers a finales del siglo XIX. El ejército británico se había preparado y llamado por motivos del Imperio y por consiguiente las guerras coloniales. El ejército regular fue apoyado por la Fuerza Territorial y por reservistas. Desde la Primera Guerra Mundial el soldado británico es conocido con el sobrenombre de Tommy.
Durante la Primera Guerra Mundial, había tres diferentes ejércitos británicos. El "primer" ejército era una pequeña fuerza de voluntarios que consistía en 400,000 soldados, más de la mitad fueron mandados al extranjero para guarnecer el Imperio Británico. Este total incluía el ejército permanente y la reserva de voluntarios. Juntos formaban la Fuerza Expedicionaria Británica (FEB), que fue formada para servicio en Francia. El "segundo" ejército era el Kitchener Army, formado por voluntarios en 1914-1915 y destinado a entrar en acción en la Batalla del Somme. El "tercero" fue formado después de la introducción del reclutamiento en el Reino Unido en enero de 1916 y para finales de 1918, el Ejército Británico había alcanzado su fuerza máxima de 4,000,000 hombres y podían tener hasta 70 divisiones. La gran mayoría del Ejército Británico peleó en el teatro de operaciones en el Frente Occidental en Francia y en Bélgica en contra del Imperio Alemán.
Los hombres que se encontraban al frente tenían problemas de abastecimiento -había escasez de comida, y la enfermedad se daba por condiciones de infestación de ratas. Junto con la acción del enemigo, muchas tropas tenían que luchar con nuevas enfermedades: pie de trinchera, fiebre de trinchera y nefritisCuando la guerra terminó en 1918, las pérdidas del Ejército Británico, como resultado de la acción del enemigo y de las enfermedades, fueron 673,375 muertos y desaparecidos, junto con otros 1,643,469 heridos. La prisa por desmovilizar al final de la guerra disminuyó sustancialmente la fuerza del Ejército Británico de su pico de 4,000,000 hombres en 1918 a 370,000 hombres en 1920.
En 1914 Reino Unido envía a sus soldados con el uniforme más moderno que hay. El color caqui le da al soldado británico un camuflaje perfecto o al menos más que otros uniformes de esta misma época. Los alemanes quedaron sorprendidos al verlos pues parecía que estos desaparecían entre la vegetación. El soldado esta armado con un fusil Lee-Enfield Mk .3. El color se mantuvo durante toda la guerra, se añadió además el casco metálico tan famoso, el Brodie.
En la opinión de algunos historiadores, los soldados británicos fueron los mejor uniformados de la Primera Guerra Mundial. Los “Tommies” llegaron al frente en 1914 con la guerrera oficial de servicio y los pantalones de 1902, los primeros teñidos de Khaki y fabricados en lana gruesa. La guerrera tenía dos bolsillos a la altura del pecho para artículos personales y la Libreta de Pago AB64, dos bolsillos más pequeños para otros artículos y un bolsillo interior cosido tras la solapa derecha para guardar para las vendas de emergencia. También se cosían dos parches sobre los bolsillos para evitar el desgaste por rozamiento del rifle. La gorra era del mismo material, algo más rígida, con una banda de cuero, accesorios de latón y ajustada con dos botones del mismo material. Las polainas se ajustaban alrededor de los tobillos y los gemelos (pantorrillas).


EL SOLDADO ESTADOUNIDENSE (AEF)

Las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (acrónimo en inglés: AEF) son las fuerzas militares estadounidenses enviadas a Europa en la Primera Guerra Mundial. Las AEF combatieron junto con las fuerzas aliadas contra las tropas del Imperio Alemán. Ayudaron a Francia a defender el Frente Occidental durante la Ofensiva de Aisne en mayo de 1918, y tuvieron su combate más importante en la ofensiva Meuse-Argonne en el otoño de 1918.
Durante dos años y medio, el entonces presidente de EE.UU., Woodrow Wilson, había conseguido tejer un delicado equilibrio político para mantener al país fuera del conflicto europeo, a menudo enfrentando una intensa oposición política interna. Wilson mantuvo su política durante los primeros años de la guerra, incluso ante provocaciones extremas. El hundimiento del RMS Lusitania por un submarino alemán de la costa sur de Irlanda provocó la muerte de casi 1.200 personas, incluyendo 128 estadounidenses. Un telegrama enviado a México de parte del ministro alemán de Relaciones Exteriores, Arthur Zimmerman, se filtró a la prensa y enfureció a la opinión pública. Berlín le ofrecía a México un generoso apoyo financiero para entrar en guerra con Estados Unidos y recuperar los territorios de Texas, Arizona y Nuevo México, conquistados en el siglo XIX por su poderoso vecino del norte. La neutralidad armada había resultado ineficaz, pues era imposible de instrumentar para defender a los barcos contra los ataques de submarinos alemanes. Fue así que el 6 de abril de 1917, el presidente firmó su declaración oficial. Estados Unidos entraba en la Primera Guerra Mundial. El presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, designó al general John J. "Black Jack" Pershing en mayo de 1917, como comandante de las AEF, en ese momento encargado de supervisar las fuerzas estadounidenses en el transcurso de la guerra.
Las primeras tropas de la AEF en llegar a Europa fueron llamados "Doughboys" por otras tropas aliadas, y arribaron en junio de 1917. Sin embargo, no participaron directamente en el frente de combate hasta octubre, cuando la 1.ª División de Infantería de EE.UU., una de las divisiones mejor entrenadas de la AEF, entró en las trincheras, en Nancy. Desde 1917 hasta 1918 las divisiones de EE.UU. fueron por lo general empleadas para reforzar las tropas francesas y del Reino Unido que defendían sus líneas y realizaban ataques sorpresas contra las posiciones alemanas. A insistencia de Pershing, las AEF no adoptaron la guerra de trincheras de la época, considerada por Pershing como muy costosas en vidas y en moral de la tropa. En lugar de eso, las AEF aplicaban básicamente tácticas móviles, cargando contra el enemigo en posiciones estrechas con infantería y artillería pesada, y marchando en combate cerrado para bloquear posiciones clave. En menos de dos años, los Estados Unidos crearon nuevas fuerzas de combate motorizadas y de infantería, equipándolas con toda clase de equipos incluyendo metralletas y tanques y montando toda una nueva infraestructura organizativa capaz de aportar suministros a miles de millas de distancia a tiempo.
Las AEF tuvieron aproximadamente 160,000 bajas, de las cuales 116,000 fueron muertos -50,000 en acción y 116,000 por heridas- y 234,000 heridos. Los afroamericanos fueron reclutados sobre las mismas bases que los estadounidenses blancos y conformaron el 13% de los reclutas en total. Para el final de la guerra, más de 350,000 afroamericanos sirvieron en unidades de la AEF en el frente Occidental.
Con la entrada de Estados Unidos en la guerra la balanza se inclino hacia el lado de la Triple Entente también llamados “Los Aliados”. El soldado norteamericano vestía un uniforme verde militar parecido al británico. Su sombrero cuando llegue a Europa será cambiado por el casco Brodie. Lleva un fusil Springfield M1903.
En el cementerio de Arlington, a las afueras de Washington, la ceremonia más formal y seguida es la guardia perenne ante la tumba del soldado desconocido. El monumento fúnebre principal es una pieza de mármol donde está enterrado un militar no identificado de la Primera Guerra Mundial, según aprobó el Congreso en 1921.


EL SOLDADO RUSO (EJERCITO IMPERIAL)

El Ejército Imperial Ruso (Русская императорская армия) fue el ejército de tierra del Imperio ruso, activo desde 1721 a 1917. A mediados de la década de 1850, contaba con 938 731 efectivos regulares y 245 850 irregulares (principalmente cosacos). Rusia entró en la sangrienta lucha por la dominación mundial como una potencia de segundo rango dentro de la Entente, la alianza de Francia, Gran Bretaña y Rusia. La fuerza aparente del imperio ruso ocultaba sus contradicciones internas y sus debilidades estructurales. El zarismo ruso combinaba elementos propios de un país semi-feudal y semi-colonial, que dependía enormemente del capital extranjero, con las características más agresivas del imperialismo. A pesar de ello, los objetivos bélicos de Rusia eran más bien de carácter regional y provincial, como reflejo de su relativa debilidad
En los primeros años el siglo XX la unidad de organización básica de las fuerzas armadas era el cuerpo que comprendía una división de caballería y tres de infantería, y a cada división de infantería se le agragaba en tiempo de guerra un regimiento de caballería cosaca. La guerra ruso-japonesa de 1904-1905 supuso la constatación de lo inadecuado del planteamiento del ejército ruso ante la guerra moderna, las trincheras y las ametralladoras pesadas. Tras la guerra continuó el rearme, adquiriéndose una variante del fusil Mosin-Nagant y la ametralladora Maxim M1910, así como nuevas piezas de artillería. En cuanto a las pistolas, pese a la gran producción de los revólveres Nagant M1895, el estado no supo aprovisionar convenientemente al cuerpo de oficiales. En 1913 se aprobó un proyecto para aumentar en un 39 % el tamaño del ejército y rearmarlo al completo (se preveía su fin en 1917), pero no fue iniciado por el comienzo de la Primera Guerra Mundial.
A comienzos de la Primera Guerra Mundial el Ejército Imperial Ruso contaba a 1.350.000 integrantes, que tras la movilización llegaron a ser 5.338.000 personas, entre el armamento había 6.848 cañones ligeros y 240 pesados, 4.157 ametralladoras, 4.519.700 fusiles, 263 aviones desarmados (de ellos 224 como parte de los escuadrones de aviación) y 14 dirigibles. Tras concluirse la movilización se recibieron más de 4 mil coches (475 de carga y 3.562 automóviles ligeros). Las reservas de proyectiles eran de 1.000-1.200 proyectiles por pieza de artillería.
El papel y los objetivos de Rusia a priori eran clave, pero su historia en la guerra acabó por ser un fracaso absoluto si cabe mayor que la guerra rusojaponesa. Mientras el Imperio Alemán movilizaba sus tropas para atacar Francia y los franceses hacían lo propio para penetrar en tierras alemanas, los rusos enviaron dos ejércitos a Prusia Oriental. El grueso de las fuerzas del segundo Reich estaban en Bélgica mientras el Imperio Ruso contaba con el mayor ejército del momento. Al principio el ejército ruso resultó vencedor ante alemanes y austriacos.
En los dos años previos al inicio de la guerra, Rusia había vivido al borde de una nueva revolución. La clase trabajadora se había repuesto de la derrota de 1905 y había generado una ola de huelgas y manifestaciones masivas. La influencia de los Bolcheviques en la clase obrera crecía exponencialmente. El estallido de la guerra a comienzos de agosto de 1914 cortó este desarrollo. La lucha de clases se ahogó en una ola de patriotismo de banderas ondeantes. La guerra fue una nefasta situación para el Imperio Ruso, para su economía y para la población (durante la guerra se movilizó a 19 millones de personas, lo que produjo consecuencias catastróficas para la economía del país). Durante la guerra el ejército sufrió un gran número de bajas. Miles de soldados rusos fueron enviados al frente sin el equipamiento apropiado. Carecían de todo: armas, munición, botas de campaña y mantas adecuadas. Un tercio de los soldados rusos ni siquiera fueron provistos de un rifle. Las bajas totales tras la ofensiva conjunta de Alemania y Austria ascendían a 1.400.000 soldados muertos y 750.000 capturados. La ausencia de oficiales y suboficiales cualificados se suplía con soldados rasos, generalmente campesinos o trabajadores, que eran rápidamente ascendidos. La moral y el apoyo públicos a la guerra se tambaleaban, y la gente era cada vez más receptiva a la propaganda contra la guerra. Desde mediados de 1915, el número de huelgas había comenzado a aumentar inexorablemente. Se estaba preparando el escenario de la revolución. La desintegración del viejo ejército zarista fue una de las condiciones del triunfo de la primera revolución proletaria del siglo XX. Las causas de su disgregación no solo fueron políticas, económicas y sociales, sino que se vio condicionada por particularidades de la propia organización militar: el maltrato brutal a los soldados, la mala alimentación y las adversidades en el campo de batalla.
El ejército ruso no cambio de uniforme en toda la guerra pues era de un color marrón, pero tampoco añadió casco metálico para sus tropas. El soldado de la imagen lleva el uniforme de invierno y va armado con un fusil Mosin Nagant M1891. Durante los cuatro años que duró la Primera Guerra Mundial, el gobierno zarista acumuló reservas suficientes de uniformes militares. El Ejército Rojo tenía medios para vestir si lo deseaba a varios millones de soldados. Las armas rusas eran parangonables a las de sus enemigos, en especial el fusil MosinNagant M1891 y la ametralladora Maxim M1910. Enfundado en su uniforme caqui, el soldado ruso era sufrido y valiente, pero sus oficiales no estaban a la altura. Ascendían por influencias y eran reacios a colaborar entre sí. Pero lo más inquietante era la falta de material. No solo de armas y munición, sino de simples botas.


EL SOLDADO DEL IMPERIO AUSTROHÚNGARO

El ejército austrohúngaro era el nombre de las fuerzas armadas terrestres del Imperio austrohúngaro, la monarquía dual de Austria y Hungría durante el periodo 1867-1918. Estaba formado por tres ramas distintas: El ejército regular propiamente dicho (reclutado en todo el Imperio). El Landwehr austríaco (reclutado sólo en Cisleitania). El Honvédség húngaro (reclutado sólo en el Reino de Hungría). El ejército se organizó tras la creación de la monarquía dual austrohúngara en 1867 y existió hasta el final de la Primera Guerra Mundial en 1918. Antes de 1867, las fuerzas de tierra eran las propias del Imperio austríaco. El ejército húngaro (caballería ligera, infantería y artillería) libró una exitosa guerra de independencia contra el ejército imperial desde 1848 hasta su rendición al Ejército Imperial Ruso enviado en auxilio del ejército austríaco en 1849. Tras la rendición, las unidades húngaras se encontraban mayormente fragmentadas o en desbandada, con algunas unidades aún leales a los Habsburgo, por lo que no fue posible organizarlas plenamente de nuevo hasta el Compromiso de 1867, que estableció la nueva y definitiva distribución de efectivos en las tres ramas mencionadas.
El tradicional uniforme blanco para la infantería austriaca fue abandonado en 1870 en favor de uno nuevo en color azul oscuro, que sería el estándar durante las siguientes décadas hasta la llegada del uniforme gris claro que sería empleado como "uniforme de campaña" por todas las tropas austrohúngaras durante la Primera Guerra Mundial, y que se había introducido en 1909.
La variedad étnica también era visible entre reclutas, pues si bien la mayoría de tropas estaba formada por austriacos y húngaros (como las etnias mayoritarias del Imperio), casi un tercio de ellas estaba compuesto por soldados y oficiales de origen eslavo (checos, polacos, eslovenos, eslovacos y ucranianos), mientras un 8% estaba compuesto por soldados rumanos e italianos. Reclutado de manera uniforme en todo el imperio, dependía del Ministerio de guerra de la monarquía dual (kuk Reichskriegsministerium , desde 1911 Kriegsministerium) por lo que las unidades subordinadas del ejército común fueron llamados "imperial y real" (kaiserlich und königlich - kuk - / császári és Királyi); el Ejército común se fusionó todos los departamentos de la antigua tradición del ejército imperial que tuvieron lugar. Operó indistintamente en todo el imperio.
El mando unificado de las tropas austrohúngaras quedaba confiado al gobierno imperial en Viena, si bien la administración del Reino de Hungría contaba con capacidad para movilizar por sí sola el Honvédseg, bastando para ello la autorización del parlamento de Budapest. El comandante supremo de todas las fuerzas terrestres y marítimas del Imperio, fue el propio emperador, que sólo pertenecía autoridad constitucional para declarar la guerra.


EL SOLDADO TURCO OTOMANO

Durante los primeros meses de la contienda, el Imperio otomano se mantuvo prudentemente a la expectativa, sin participar en ella, pese a los tratados que lo ligaban al imperio alemán: la Sublime Puerta dudó entre los dos bandos, antes de decantarse por el de los Imperios Centrales (formado primero por Alemania y Austria-Hungría) en octubre de 1914. La Gran Guerra llegó muy pronto a Oriente Próximo. Cuando a finales de 1914 los otomanos se unieron a las Potencias Centrales, como ya explicamos en su momento, se activaron frentes en Mesopotamia, el Cáucaso y Arabia. Tan solo cuatro días después de la entrada de los otomanos en la guerra, los británicos tomaron Fao, que por su ubicación estratégica les permitió dominar el Golfo Pérsico, culminando y asegurando el control de la zona costera con la toma de Basora unos días después. Los británicos tenían numerosos intereses en Oriente Próximo, uno de ellos era el Canal de Suez. En Egipto concentraron numerosas tropas para proteger el Canal, en peligro a pesar del Tratado de Constantinopla de 1888, en el que los otomanos firmaron permitir el paso de navíos tanto en tiempos de guerra como de paz. Pero cortar la comunicación entre la cabeza de la Corona británica y la India era demasiado interesante como para respetar ningún tratado. A estos dos frentes en Sinaí y en Mesopotamia se sumaron el Cáucaso y Galípoli. El primero de ellos pretendía reactivar y dar carpetazo a un conflicto histórico en las fronteras entre Rusia y Turquía, una zona muy delicada para ambos Estados de la que hablaremos más delante; el segundo surgió para tender una ruta marítima entre los aliados occidentales y Rusia, que a su vez aislaría ambos lados del Imperio Otomano, haciéndolo más vulnerable y posibilitando un ataque donde más le dolía, Constantinopla.
Ninguna ofensiva salió bien. El Cáucaso fue un cementerio de turcos y Galípoli de británicos, los tímidos avances de las Potencias Centrales sobre el Sinaí fueron respondidos (sin demasiados costes humanos), enfangando a ambos bandos por el control sobre la península,  y el frente mesopotámico fue un desangre de tropas indo-británicas. Sobre el tablero había tropas turcas sin demasiada formación, con un equipo deficiente ligeramente mejorado por las ayudas alemanas. Eso sí, estos campesinos demostraron ser rudos combatientes, y los jóvenes oficiales otomanos estuvieron en todo momento muy bien asesorados por generales alemanes. A pesar de todo, las intervenciones de los turcos no brillaron en ningún frente.


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